Los pasados días 22 y 23 de junio se celebró la 81 edición de la carrera de resistencia más importante del mundo, las 24 horas de Le Mans, aunque se conmemoraban los 90 años del nacimiento de la misma.
La idea de realizar una carrera de 24 horas nació de dos franceses: Charles Faroux y Georges Durand en 1.923.
El 26 de mayo de 1.923 a las 4 de la tarde 33 equipos tomaron camino hacia el suburbio de la ciudad, llegando a la famosa horquilla de Poutlienue, recorriendo un circuito de 17,262 kilómetros siendo los primeros ganadores Lagache y Léonard a bordo de un Chenard & Walker, después de haber cubierto 128 vueltas, que suponían 2.209 kilómetros recorridos, a una velocidad media de 92,064 Km. /hora. Esta carrera solo se dejó de celebrar en el año 1936, cuando la prueba fue anulada a consecuencia de las huelgas en la industria del automóvil y entre los años 1940 a 1948 debido a la II Guerra Mundial y la posterior reconstrucción de Francia.
Desde el primer momento los organizadores ofrecieron a los espectadores algo más que una carrera de coches, colocando alrededor del circuito cines móviles, bares y bandas de música. Hoy en día esa tradición sigue viva, habiendo multitud de bares y restaurantes, puestos donde comprar todo tipo de indumentaria relacionada con el mundo del motor, coches de miniatura, libros y resto de parafernalia que rodea a este tipo de eventos, concentrándose muchos de ellos en el “village” del circuito.
Uno de los muchos bares que hay en el circuito |
Ambiente en Arnage |
Interior del bar del Hotel de France |
El Hotel de France en Chartre-sur-le-Loir |
En el año 1.925 se realizó la primera salida “tipo Le Mans”, con los vehículos colocados a un lado de la pista y los pilotos enfrente, cuando se daba la salida, los pilotos corrían hacia sus coches, se introducían en ellos, arrancaban sus motores y comenzaban en ese momento la competición. En el año 70, los pilotos esperaron dentro de sus vehículos la señal de salida y a partir del año 71 hasta nuestros días se ha dado con los vehículos lanzados, llamada también “tipo Indy”.
Los primeros años fueron dominados por las marcas Bentley y La Lorraine, siendo a partir del año 1.931 Alfa-Romeo y, en menor medida, Bugatti las que lo hicieron hasta el estallido de la II Guerra Mundial.
Con dieciséis victorias desde 1.970 a 1.998, Porsche ha sido el constructor más exitoso en Le Mans, seguido de Audi con doce victorias, Ferrari con nueve, Jaguar con siete y Bentley con cinco.
En 1.929, la organización Automovile Club de L’Ouest (A.C.O.) redujo la longitud del circuito a 16,340 Km., siendo esta la primera de las catorce modificaciones que ha sufrido a lo largo de toda la historia de Le Mans, teniendo actualmente una distancia total de 13,629 Km. Los pilotos Dumas-Bernhard-Rockenfeller con un Audi R15 TDI ostentan desde el año 2010 el récord de distancia recorrida con 5.410,71 kilómetros.
Uno de los actos que se realizaron como celebración a estos noventa años fue la recreación de la famosa curva de Poutlienue, que durante los cinco primeros de esta competición entraba en la ciudad y fue parte del circuito. Se hizo una réplica de cómo era, con sus vallas publicitarias de la época, las protecciones, la pasarela hasta el café que todavía existe, redecorándolo al estilo de los años 20.
Por otro lado, se hizo un homenaje a los 11 vehículos que han hecho historia en esta carrera, uno por década, y que fueron elegidos a principios de año por los internautas y un jurado especialmente seleccionado para esta ocasión. A los coches reales, que procedían de diversas partes del mundo, se les dedicó un espacio especial dentro del “village” del circuito y rodaron el sábado antes de la carrera. Así se pudo admirar desde un Bentley Speed Six de 1929, pasando por un Ford GT40 de los años sesenta, o los Porsche 917 y 956 hasta el Audi e-tron quattro de la década de 2010.
La gran semana arrancó el lunes anterior con el inicio de las verificaciones técnicas y administrativas, el llamado pesaje, que a diferencia de otras competiciones se realiza en el centro de la ciudad y con presencia de público. Así comienza siempre esta fiesta, donde toda la ciudad vitorea a sus campeones, desde el más pequeño al más grande, y la misma se transforma, al igual que Pamplona en Sanfermines, engalándose cada comercio con posters, coches en miniatura o piezas de vehículos de carreras.
Esta atmósfera incomparable se siente desde los suburbios de Le Mans cuando se empiezan a ver las señales provisionales que indican las direcciones de los distintos aparcamientos con colores: Rojo, blanco, verde y azul, que son áreas de estacionamiento alrededor de la pista, ya que la magia de las 24 horas de Le Mans va más allá de las puertas del circuito, extendiéndose hasta el centro de la propia ciudad o las poblaciones cercanas de Mulsanne o Arnage.
Chartre-sur-le-Loir |
Centro de Le Mans |
Así, igualmente, en la pequeña población de Saint-Saturnin, donde todos los años se celebra una bienvenida especialmente diseñada para los aficionados ingleses, acudieron cientos de aficionados con sus vehículos clásicos y deportivos. También es cita obligada la pintoresca villa de La Chartre-sur-le-Loir, donde en los años 50 se alojaban famosos pilotos y donde actualmente se reúnen multitud de apasionados con sus potentes Ferrari, Porsche o Aston Martin.
Cockpit de un Jaguar D |
Magnifico ambiente de coches clásicos en Saint-Saturnin |
Corvette |
Vano motor de un Porsche 911 |
Otra cita imprescindible es el “pit walk” que desde las 10 de mañana del viernes se hizo en el propio circuito, donde se abrieron los paddock y así se pudo ver como los mecánicos daban los últimos retoques a las máquinas de competición.
El pit walk se llena de aficionados que fotografían los vehículos |
Finalmente, lo que no puede faltar ningún año, es la tradicional parada de pilotos que se realizó desde las cinco de la tarde recorriendo el centro de Le Mans. Fue el momento más alegre y festivo de la semana animado por bandas de música, bailarines de carnaval y, lo principal, la presentación de los 168 pilotos sobre vehículos antiguos.
En cuanto a los vehículos presentados y dentro de la categoría de los prototipos, la que opta a la victoria final de la prueba, existían cinco coches de equipos oficiales, tres Audi R18 e-tron quattro y dos Toyota TS030 Hybrid, y con pequeñas evoluciones sobre la base de los vehículos estrenados el año pasado. Ambos vehículos tenían propulsión híbrida con motor de combustión y eléctrica. Las diferencias entre ellos es que el Audi contaba con un motor diesel y tracción a las cuatro ruedas, teniendo el Toyota un motor de gasolina y tracción solo a las ruedas trasera.
Toyota TS030 Hybrid |
Audi e-tron quattro |
Las novedades más importantes se encontraron en la categoría Gran Turismo, que son vehículos derivados de la serie, donde Porsche presentó un nuevo 911 RSR basado en su nuevo modelo, y así se conmemoraba los 50 años del nacimiento de este carismático vehículo. Por otro lado, la marca americana Dogde ponía sobre la pista un nuevo Viper, que tantos éxitos tuvo en Le Mans durante los años 1998 al 2000.
Porsche 911 RSR |
SRT Viper GTS-R |
En total se presentaron 56 vehículos, donde 8 eran los más rápidos LMP1, 22 eran LMP2, 12 estaban encuadrados en la categoría GTpro y finalmente 14 en la GTam.
Tres eran los pilotos españoles presentes. Por un lado Marc Gené a bordo de un Audi en la máxima categoría, y ganador en el año 2009 con Peugeot; Antonio García con un Chevrolet Corvette de la categoría GTpro y con 3 victorias en su clase y el joven Lucas Ordóñez con un Zytek-Nissan de la categoría LMP2.
Corvette C6.R ZR1 de Antonio García |
El Audi Nº 3 de Gené |
Zytek Z11SN Nissan de Lucas Ordoñez |
Los entrenamientos oficiales que se celebraron durante el miércoles y jueves y en ellos ya se pudo observar que el ritmo de los Toyota estaba bastante por debajo de los Audi, que mejoraron sus registros del año pasado en casi un segundo y medio. La esperanza de Toyota estaba en poder dar la vuelta a esta situación durante la carrera.
El sábado, puntualmente a las tres de la tarde y bajo un chaparrón se dio la salida a la propia carrera en si. Se llevaban diez minutos carrera y tres vueltas completadas, cuando un Aston Martin de la categoría GTEam sufría un accidente a la salida de la curva Tertre Rouge, debido a este accidente salió el primer de los once safety car que ralentizaban la carrera. Su piloto, Allan Simonsen, fue rápidamente conducido al hospital del propio circuito, pero nada se pudo hacer para salvar su vida. A las seis de la tarde la organización comunicaba que el piloto había fallecido. Desde el año 1997 no fallecía un piloto en este circuito. La consternación llegó tanto a los equipos, como a los aficionados presentes, 245.000 este año.
Salida de esta 81 edición de Le Mans |
El Aston Martin de Allan Simonsen, 3 vueltas más tarde sufría el accidente que le costaría la vida |
Pero la carrera debía continuar y en ella, Audi dominaba con mano de hierro, manteniendo sus tres coches por delante de los dos Toyota, aunque estos tenían que entrar menos veces a repostar debido a que su depósito de combustible tenía más capacidad, ya que por reglamento los motores de gasolina los tienen de mayor tamaño que los propulsados con motores diesel, para intentar igualar las diferencias de consumo. Los Audi podían dar 10 vueltas y los Toyota se iban a las 11/12 vueltas con un depósito.
Era el Audi nº 1 con Lotteter-Fassler-Tréluyer, ganadores de los 2 años anteriores, el que comandaba la prueba pasadas ya seis horas. Todo parecía presagiar un nuevo triplete de Audi, pero en ese momento el generador eléctrico de este prototipo se estropeaba y obligaba a una entrada a boxes no programada y que le hizo perder 12 vueltas, cayendo hasta la posición 24. Un poco antes, el Audi nº 3 de Gené-Di Gras-Jarvis también tuvo que entrar para cambiar los neumáticos, debido a un pinchazo lento y que les retrasó a la cuarta posición.
Así, el Audi nº2 de Kristensen-Duval-McNisch, se ponía en cabeza, seguido de los dos Toyota.
En la categoría de los Gran Turismo se libraba una gran batalla entre los Aston Martin y Porsche que inicialmente se decantaba para la primera marca, pero un accidente del líder durante la mañana del domingo, le hacía traspasar el liderato al mejor de los Porsche 911. No obstante, otro de los Aston Martin Vantage de la clase GTEpro le ponía muy difícil la victoria, pero la lluvia que de forma torrencial cayó sobre las dos del medio día hizo que las diferencias de estrategia que tomaron entre estos equipos, diera la victoria de la clase Gran Turismo, finalmente, al nuevo Porsche 911 RSR.
En la lucha por el último puesto del podium estaba el Toyota nº 7 de Wurz-Lapierre-Nakajima y el Audi nº 3, pero el primero tuvo un accidente en los virajes Porsche, que le costó 30 minutos de reparación, sirviendo en bandeja de plata al Audi el tercer puesto del cajón.
Finalmente la victoria fue para el Audi nº 2, llevándose el noveno entorchado el piloto danés, Tom Kristensen, que se ha convertido una verdadera leyenda en esta prueba.
Texto y fotos: Javier Frauca
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